La importancia de la elección del entrenador

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conversation with a cycling coach

Prácticamente en todos los deportes y para todos los deportistas el entrenador es una pieza clave. Muchos de los que leeréis este artículo practicáis ciclismo o triatlón de forma amateur, como un hobby dentro de vuestra vida cotidiana. Eso no quiere decir que seguir un entrenamiento pautado deje de ser algo importante. Un entrenador no solo se encarga de tratar de mejorar nuestro rendimiento sino que lo hace de algo mucho más importante: cuidar nuestra salud, evitar y prevenir lesiones, excesos de fatiga o una anemia a causa de un sobre entrenamiento y también apoyarnos a nivel psicológico y mental en caso de que sea necesario.

Ahora bien, ¿cómo elijo un entrenador?, ¿qué debe ofrecerme o qué debo buscar en él?.

Yo siempre digo que el entrenador ha de adaptarse al deportista y no sólo al revés. Al igual que acudimos a un comercio u otro en función de nuestras prioridades; por ejemplo, vamos a una tienda más barata porque nuestra prioridad es la economía, o a una tienda muy cara pero cuyos productos son muy buenos ya que lo que buscamos es calidad independientemente del precio. En otras ocasiones acudimos siempre a la tienda del barrio porque lo que priorizamos es el trato humano. Con el entrenador pienso que ha de ocurrir lo mismo. El deportista (salvo a veces en el deporte profesional) tiene la posibilidad y la potestad para elegir quién le entrena y debe escoger a alguien cuya forma de trabajar le convenza y le de confianza pues nada funcionará si el propio deportista no confía en su entrenador. ¿Y cuáles son esas variables que debemos estudiar?.

  1. Metodología: Hay entrenadores que utilizan métodos muy analíticos, muy exactos, muy matemáticos y otros que se basan más en las sensaciones, en el día a día y en la demanda que el deportista puede tener. No son unos mejores que otros, simplemente el deportista, si se considera una persona muy metódica debería tender a buscar alguien del primer perfil y si por el contrario lo que busca es alguien que le indique unas pautas pero no se ve capaz de cumplir con un entrenamiento muy exacto y concreto puede decantarse por alguien del segundo perfil.
  2. Comunicación: Aquí debemos buscar un entrenador que se adapte a nuestras necesidades. Hay entrenadores presenciales, que hacen algunas sesiones con el deportista, otros que prefieren mantener una reunión personal periódicamente u otros que la comunicación con el deportista la realizan por mail, por teléfono o por whatsapp. Cada deportista en función de sus prioridades puede ver qué le interesa más, pero mi consejo es que el entrenador que busquéis dé respuesta a vuestras inquietudes y que lo haga de forma inmediata, que no deje pasar dos días en contestar una llamada, un mail o un whatsapp porque probablemente la duda sobre un entrenamiento o la pregunta en cuestión deje de tener sentido si la respuesta no es inmediata.
  3. Adaptabilidad: En este punto sí que tengo claro que para cualquier deportista, ya sea amateur o profesional, el entrenador ha de saber adaptarse a los imprevistos que puedan surgirle al atleta y modificar el planning cuantas veces sea necesario. En nuestro día a día nos pueden surgir infinidad de imprevistos: problemas laborales, problemas en el hogar, un catarro, una avería en el coche que pueden descuadrarnos una semana entera de entrenamiento. El entrenador tiene que tener claro que ha de saber adaptarse a estas circunstancias y modificar la rutina cuando sea necesario, eso forma parte de su trabajo.
  4. Sacar máximo provecho a cada deportista: No todos los deportistas son iguales, es más, todos son diferentes. Buscad un entrenador que sepa ver vuestros puntos fuertes y vuestros puntos débiles y que sepa optimizar vuestras características, vuestro tiempo y vuestra situación personal para que podáis dar lo mejor de vosotros mismos y a su vez no perder la perspectiva de que el deporte no deja de ser ocio
  5. Precio: Evidentemente es otro factor a tener en cuenta, los precios de un entrenador personal pueden oscilar entre los 30€ y los 300€ y no siempre el más barato es el peor o el más caro es el mejor, debemos tener en cuenta las variables anteriores, compararlas con el precio y escoger lo que más nos encaje.

 

Jose Almagro Valero

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

Entrenador Nacional de Ciclismo

www.josealmagrovalero.es

 

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