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Ciclismo indoor: características de un buen espacio de entrenamiento

Como deportistas, no siempre encontramos la motivación necesaria para hacer frente a los entrenamientos de nuestra planificación. Y no pasa nada. Es lícito y normal tener días en los que las ganas nos traicionan. Pero romper con su compromiso no es un plato de buen gusto para cualquier aficionado al deporte que se lo tome un poco en serio.

El ciclismo indoor se ha convertido en una herramienta facilitadora cuando las cosas se complican, por ejemplo, por falta de tiempo, por culpa del clima o simplemente por pereza. Sin embargo, cuando la desmotivación -o cualquier otra excusa- se pone de por medio, ni tener un rodillo en casa pone a salvo tus entrenamientos.

Es por ello que los deportistas debemos de anticiparnos a estas situaciones que ocurren -y ocurrirán siempre- en nuestro día a día. ¿Cómo? Poniendo barreras a las excusas con un espacio entrenamiento idóneo.

Cuantas más trabas te encuentres a la hora de entrenar, más complicado será vencer la pereza. Así que toca jugar al revés, debes ser tú quien ponga trabas a la pereza y los problemas configurando un buen lugar para tus entrenamientos de ciclismo indoor.

Eso no significa tener un espacio lujoso o llamativo del que poder presumir en redes sociales. Sólo necesita ser práctico y adecuado para que tus sesiones sean más eficaces y sencillas de afrontar. Aquí van algunos de nuestros consejos sobre cómo debes configurar tu lugar de entrenamiento.

Accesible

Eso quiere decir que, desde que tomas la decisión de subirte al rodillo, hasta que comienzas a pedalear, debes encontrar la menor cantidad de problemas y barreras posible. Lo ideal es tener una habitación en la que tengas un espacio suficientemente gran y cómodo para tener el rodillo colocado de manera indefinida.

Muchos deportistas se crean su pain cave particular, donde tienen al alcance de su mano todas las necesidades para practicar ciclismo indoor.

Imagina que tienes que mover una mesa y una sillas o que tienes que sacar el rodillo de un armario para llevarlo hasta la cocina antes de llevar la bicicleta desde otra habitación. Estás llamando a la puertas de la pereza…

Apropiado

El pasillo de casa quizá no es la mejor zona más indicada para practicar ciclismo indoor. Tampoco una terraza al descubierto en la que nos estamos quedando helados del frío, nos está dando el sol de lleno o no tenemos ningún tipo de ventilación.

Si vas a entrenar sobre el rodillo agradecerás un lugar protegido de los climas hostiles, donde tengas buena iluminación, sea espacioso, puedas disfrutar de ventilación y tengas alguna forma de entretenerte (televisión, tablet, ordenador, reproductor de música, etc). Y, por supuesto, acceso a BKOOL.

Cómodo

Tu espacio de entrenamiento no sólo debe de ser accesible y apropiado, también debe de ser cómodo. Una vez te subas al rodillo, debes de tener todo lo necesario para tu entrenamiento al alcance de la mano -es muy frustrante tener que bajarse de la bicicleta en medio sesión-. 

Asegúrate de tener una mesa o estantería a tu lado. Te permitirá dejar ahí todo lo que puedes creer conveniente para tu entrenamiento: hidratación, alimentación, una toalla, tu teléfono móvil o el ratón del ordenador.

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