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Consejos para hacer un buen test FTP

El término FTP es, sin duda, uno de los más universales en el mundo del ciclismo. Estas siglas hacen referencia a Functional Threshold Power o, en español, Umbral de Potencia Funcional. Por resumirlo rápidamente, hablamos de la potencia media que un ciclista puede desarrollar durante una hora y se trata de uno de los indicadores de la forma física más extendidos. Además, es una herramienta para establecer nuestras zonas de potencia y poder diseñar los entrenamientos de manera rigurosa.

Para conocer nuestro umbral, la vía más común es realizar un test FTP. Aunque existe la posibilidad de llevar a cabo una crono de una hora, son muy pocos los deportistas que pueden lidiar con la exigencia física y mental de una prueba así, por lo que la mayoría de los entrenadores recurren a un test predictivo.

Existen varias test, pero los comunes son los de 20 minutos y 5 minutos. Así mismo, se pueden realizar en exterior o sobre el rodillo. Esta última opción es una de las más indicadas ya que eliminamos agentes externos que puedan interferir en el resultado. En BKOOL disponemos de test prediseñados tanto de 20 como de 5 y, además, tienes la posibilidad de llevarlo a cabo tanto en un workout como en el velódromo.

De un modo u otro, sea cual sea la modalidad y forma de un test FTP, este siempre va a suponer un desafío para cualquier ciclista. Sostener la máxima potencia posible durante un periodo de tiempo determinado y de manera estable no es precisamente fácil.

Ejecutar un test FTP realista es complicado, porque debemos llevar nuestro cuerpo a un esfuerzo máximo pero sin sobrepasar el límite. Y eso requiere de experiencia, preparación y estrategia.

Si estás pensando en enfrentarse a una de estas pruebas para conocer tu Umbral de Potencia Funcional, ahí van algunos consejos que te pueden ayudar a ejecutar un test FTP de la mejor manera posible.

Prepárate igual que para una competición

Si quieres lograr un resultado lo más realista posible sobre tu estado de forma actual, lo ideal es que afrontes el test FTP como lo harías si se tratase de una competición.

Eso significa tratar de llegar lo más descansado posible -pero no tanto como para haber perdido la forma-. Haz el test fresco y tendrás un reflejo más fiel de tu potencia. Hazlo cansado y acabarás entrenando en unas zonas de potencia por debajo de lo ideal.

Pero no se trata sólo de llegar fresco en cuanto a entrenamientos se refiere. Descansar adecuadamente la noche de antes y llegar con los depósitos llenos también será crucial para lograr un buen rendimiento en el test.

Control

Prepararse para una competición no significa jugárselo a todo o nada y salir a romper la carrera. Un buen test FTP debe de ser todo lo sostenido posible, no se trata de lograr muchos vatios al principio y acabar pasando por un infierno por haber gastado fuerzas demasiado pronto.

Conoce tus números y empieza cauteloso. Si te sientes cómodo, empuja un poco más los pedales conforme avanzan los minutos.

Deja de lado el miedo

Por normal general no estamos habituados a hacer intervalos como el que implica un test FTP. Es decir, como deportistas, nos sometemos a entrenamientos muy duros y exigentes, pero, fuera de un test, rara vez tendremos que pedalear a unos vatios tan altos durante un tiempo en cuestión.

Debido a esto algunos deportistas tienen dudas sobre su capacidad y algo de miedo a la hora de enfrentarse a la prueba, lo que hace que el rendimiento acabe siendo menor de las posibilidades reales. Deja de lado los temores y pon tu mente en modo FTP.

Refrigeración

Si vas a hacer el test en interior es fundamental que no te olvides de la refrigeración, de lo contrario estarás condicionando la prueba y el resultado estará lejos de la realidad. No olvides poner un ventilar con una buena corriente de aire lo más frontal posible a ti.

Es la única forma de favoreces la evaporación del sudor y ayudar a la termorregulación corporal en interiores. Sin flujo de aire nuestro cuerpo no puede transpirar adecuadamente, por lo que la temperatura aumenta y el “motor” se sobrecalienta, lo que provoca una disminución del rendimiento.

Saca el dolor de tu cabeza

Inevitablemente, una test FTP acaba convirtiéndose en algo doloroso. Por suerte, el entrenamiento en rodillo permite muchas distracciones. Aprovecha cualquier de ellas para pensar en cualquier cosa menos en el dolor y el sufrimiento. La música o un vídeo deportivo pueden ayudar mucho.  

Repite

La mejor manera de dejar de lado el miedo al test FTP es hacerse su amigo. Cuantas más pruebas de este tipo realices, más habituado a ellas estarás y menor respeto te impondrá.

No vas a realizar un test de 20 minutos todas las semanas, pero la teoría recomienda realizar test predictivos del rendimiento cada 4 o 6 semanas. Es una forma viable de valorar la evolución de la forma física.

El primer test puede ser toda una incógnita, pero si ya tienes algún dato previo logrado de manera reciente, será mucho más fácil dosificar las fuerzas y saber en qué rangos de potencia debes moverte.

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