The Challenge of Stars, un torneo de ciclismo al KO repleto de figuras del pelotón internacional

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Vivimos tiempos complicados, en los que lo extraordinario poco a poco se ha ido convirtiendo en normal y viceversa. El ciclismo profesional tampoco ha escapado a toda esta locura y lo que en principio fue una oleada de suspensiones de carreras, ha ido derivando en nuevos formatos adaptados a las circunstancias actuales. Reinventarse o morir…
Al final, lo importante es poder seguir disfrutando de nuestro deporte y precisamente con ese objetivo nació The Challenge of Stars, una competición de ciclismo virtual única en el mundo. Una idea que hace sólo unos meses sería una verdadera locura, hecha realidad de forma espectacular.

Los culpables de esta preciosa locura

The Challenge of Stars nace de la colaboración entre Bkool y RCS, empresa organizadora del Giro de Italia entre otras pruebas de renombre. 

En Bkool ya habíamos roto el hielo con DeRonde2020, la primera edición virtual del Tour de Flandes con grandes resultados. Sabíamos de lo que éramos capaces, pero necesitábamos un pequeño empujón para ayudarnos a volver a hacer historia. Gracias a los contactos y la experiencia de RCS todo fue mucho más fácil. En pocos días habíamos confirmado a un gran conglomerado de estrellas de diferentes equipos y decidido el formato de la competición. Tocaba trabajar contrarreloj pero ¿acaso puede haber reto más motivador para una empresa llena de amantes del ciclismo?

El primer torneo ciclista al KO

Desde el primer momento pensamos en crear algo innovador, que realmente marcara la diferencia respecto a las carreras ciclistas de toda la vida. Aquí la experiencia de RCS fue fundamental a la hora de desarrollar un formato divertido, que resultara interesante tanto para participantes como para espectadores. Y qué mejor manera de hacerlo que con un torneo al KO, en el que los ciclistas fueran enfrentándose cara a cara en frenéticas eliminatorias hasta llegar a la final. 

Se trataba de algo nunca visto en un deporte tradicionalmente de equipo y en el que el trabajo de cada escuadra resulta fundamental para alcanzar el éxito. Y era precisamente esa falta de precedentes lo que lo convertía en una idea especialmente atractiva.

Por primera vez en la historia, los mejores ciclistas del mundo se enfrentarían cara a cara, sin el apoyo de sus equipos, en una lucha sin cuartel para conseguir pasar de ronda.

3,2,1… Go!

Llegó el gran día. Semanas y semanas de trabajo, decenas de conexiones España – Italia, tests y más tests… Todo reducido a sólo unas horas de competición, pero desde Bkool no podemos estar más orgullosos del resultado.
Cuando más difícil parecía, con todo nuestro equipo trabajando desde casa, realizando tests telemáticos y haciendo lo imposible porque cada detalle estuviera a punto llegado el momento. Y ahí les teníamos: Froome, De Gendt, Barguil, Ciccone, Nibali, Fuglsang, Trentin, Ewan, Pedersen, Geshcke, Majka… Hacía sólo un año que estos mismos protagonistas nos mantenían pegados a la tele en el Giro o el Tour y ahora estaban ahí, esperando para verse las caras en Bkool. 

Los escaladores tendrían que enfrentarse a la subida al Stelvio. Una ascensión rápida y potente, grandes pendientes y poca distancia. ¡Watios y más watios! Un formato al que seguramente, los profesionales no están del todo acostumbrados y que por ello, resultó aún más espectacular de los esperado. 

Froome tras una mala salida se quedó fuera a la primera de cambio, no sin antes dejarnos un intento de remontada espectacular. Ciccone y De Gendt fueron los mejores durante todas las rondas y el italiano terminó por imponerse en la final con un frenético sprint antes de meta. Es lo que tiene jugar en casa y conocer el terreno.

En la categoría de los sprinters la primera sorpresa fue la eliminación del campeón del mundo Mads Pedersen en primera ronda. Jacobsen alcanzó la final tras eliminar a Ackermann en semis. Allí le esperaba Filipo Ganna, quien había hecho lo propio con Jasper De Buyst. 

Finalmente, no hubo doblete italiano y Jacobsen impuso su ley dominando la final de principio a fin. 

Al otro lado de la pantalla, miles de espectadores seguían cada duelo en directo en todo el mundo. Aunque fuera sólo por un fin de semana, el ciclismo volvía a ser protagonista en medios y redes sociales. La emoción de la competición se colaba en los hogares de los aficionados, que por primera vez podían seguir la evolución de los datos de potencia, cadencia y velocidad de sus ídolos a tiempo real. 
Sólo fueron un par de días, pero para muchos supuso un enorme soplo de aire fresco, un reencuentro con ese viejo amigo al que tanto echamos de menos. Por todos ellos, seguiremos trabajando para seguir innovando y disfrutando de este precioso deporte.

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