Dicen que en el momento en que el ser humano da por alcanzados sus objetivos, tiende a buscar nuevas metas por naturaleza, situándolas cada vez más altas. Se trata de un instinto natural, como si necesitáramos demostrarnos a nosotros mismos que somos capaces de hacer aquello que nos propongamos.
Ismael Teixeira alcanzó uno de los principales objetivos de su vida a la edad de 27 años, cuando concluyó sus estudios de Teología en la Universidad Católica Portuguesa y fue ordenado sacerdote. Desde entonces no ha separado su camino de la Iglesia y la universidad, los dos pilares de su vida junto al deporte.
Párroco de la iglesia de Ntra. Sra. de Conceiçao y de la parroquia de Santa Isabel, profesor de Ética y Deontología Profesional en las Universidades Lusíada de Luanda y Lisboa e incluso capellán en esta última desde 2003. A priori, podría parecer que quedan pocas metas pendientes para este sacerdote de Valpaços, Vila Real. Pero superados los 40 años de edad, Ismael ha empezado a trabajar en la consecución de un nuevo objetivo que nada tiene que ver con los que hasta ahora habían ocupado el centro de su vida. Esta vez se ha propuesto hacer historia.
El sueño del IronMan
Todo comenzó en su época estudiantil, cuando el deporte empezó a colarse en su día a día con los torneos interuniversitarios de rugby. Pronto se dio cuenta de que aquello no era lo suyo, debido a las constantes lesiones que le mantenían largas temporadas inactivo, así que empezó a probar suerte con nuevas disciplinas. Incluso llegó a crear un club de bicicleta de montaña y deportes de aventura en la Universidad y organiza peregrinajes en Mountain Bike al tiempo que prepara a los jóvenes para recibir los sacramentos.
Según sus palabras, «el deporte es también una buena escuela de valores y un entorno distinto, un campo nuevo en el que la Iglesia debe estar también presente para sembrar en el corazón de los hombres la buena semilla del amor de Dios».
Sin duda, Ismael no es un párroco convencional. En la actualidad, su vida sigue estrechamente ligada al deporte, compaginando su misión como sacerdote con grandes entrenos y participando en una competición al mes, ya sea un duatlón, un triatlón o un maratón de Mountain Bike. Cualquier ocasión es buena para matar el gusanillo y poner en práctica los frutos de sus entrenamientos diarios.
Pero en los últimos meses todo esto ha comenzado a saberle a poco y un nuevo sueño ha empezado a rondar su cabeza. Nunca antes en la historia un sacerdote ha sido capaz de completar un IronMan e Ismael Teixeira se ha propuesto ser el primero en conseguirlo. Como a él le gusta decir, va a convertirse en el primer “IronPriest” del mundo.
No hace mucho que comenzó a utilizar Bkool para sus entrenamientos y fue a través de su entrenador personal, el triatleta José Estrangeiro, como conocimos su historia. Desde el primer momento se mostró completamente accesible, facilitándonos todo tipo de detalles y contagiándonos su ilusión por su nuevo reto.
Según nos contó, el rodillo le permite compaginar a la perfección su labor docente y eclesiástica con largas sesiones de entrenamiento, que en ocasiones tiene que dejar para la noche.
Sacerdote, profesor, deportista y ahora también, Ironman. Da la impresión de que cuantas más actividades desarrolla, más pasión y entrega pone al llevarlas a cabo. Siendo sinceros, no sabemos cómo logra abarcarlo todo, pero tras conocerle, lo que sí tenemos claro es que queremos ayudarle a alcanzar su sueño.
La cita es el próximo 21 de Agosto en Copenhague y tal y como sucede en sus entrenamientos, Bkool estará a su lado apoyándole en la consecución de este gran desafío. Porque al fin y al cabo de eso tratan la vida y el deporte, de seguir superando obstáculos y completando metas. Aunque en este caso, la línea de meta por sí sola ya sea un sueño al alcance de muy pocos.
