Ahora que llega el frío, el rodillo se convierte en una gran herramienta de entrenamiento para los ciclistas. Además, gracias a BKOOL, podemos disfrutar de grandes experiencias con el simulador más realista de planeta. Pero ¿cómo podemos sacarle mayor partido al entrenamiento en rodillo?
Aunque para algunos ciclistas el entrenamiento indoor no es su mejor amigo, este se ha convertido en una forma rápida y efectiva de hacer los deberes. Si se hace bien, no sólo puede ser entretenido, sino que además bastará con unas pocas sesiones semanales para dar un salto en nuestro rendimiento. Así que, vamos allá con algunos consejos.
Necesitas una planificación
Si hay días en los que cuesta subir a la bicicleta cuando un amigo nos está esperando, ni hablar de lo difícil que es subirse al rodillo cuando lo que nos espera es puro sufrimiento (o aburrimiento). Por eso, tener una planificación y concienciarnos de la importancia de cumplirla es lo mejor.
Busca la ayuda de un entrenador que programe tu calendario, o crea el tuyo propio a través de nuestro planificador de sesiones. Saber cuántas sesiones tenemos cada semana, de cuánta duración y de qué tipo (series cortas, recovery, tempo) es clave para fortalecer nuestro compromiso con el entrenamiento.
De lo contrario, es posible que no aprovechemos el tiempo sobre el rodillo o que incluso dejemos pasar por completo la sesión en cuestión.
Entrena con intervalos
El entrenamiento en rodillo es el mejor aliado de las sesiones clave. Somos conscientes de que aguantar dos o tres horas en la misma habitación, sin alicientes en la carretera, no es agradable. Sin embargo, para los entrenamientos específicos, como aquellos con intervalos, nada como un rodillo.
Un sesión bien estructurada donde pongamos a prueba nuestra potencia y nuestra frecuencia cardíaca con unos cuantos intervalos, es la opción ideal para no desconectar y aprovechar el tiempo al máximo.
Recuerda que hace unas semanas hablamos sobre cómo trabajar la frecuencia cardíaca sobre el rodillo: según la necesidad que tengas, tienes una sesión que se adapta a ti.
Cuida tu nutrición
No pienses que por enfrentarte a una sesión de menor duración en interiores tu nutrición no es importante. La hidratación y la alimentación toman tanto protagonismo como en cualquier otro entrenamiento.
Y no se trata sólo de preocuparte durante el transcurso del entrenamiento, sino también antes. Llena tus depósitos de glucógeno con alimentos ricos en hidratos de carbono en las comidas previas, evita todo aquello que sepas que puede ocasionarte molestias digestivas e hidrátate adecuadamente.
Una vez hayas iniciado tu entrenamiento ya sabes que debes ingerir entre 40-60 gramos de carbohidratos por hora (como mínimo). Aprovecha que estás en casa y toma alimentos naturales que aporten energía a tus sesiones: los plátanos, los frutos secos o las barritas caseras pueden ser una buena opción.
La temperatura importa
Durante las sesiones de ciclismo indoor es muy fácil que nuestro cuerpo se sobrecaliente y llegamos a deshidratarnos. Esto se debe a la ausencia de flujos de aire naturales que sí tenemos en nuestras sesiones al aire libre.
Por eso es importante tratar de mantener nuestra temperatura corporal lo más fresca posible. Tener una toalla a mano y colocar un ventilador a nuestro lado son dos buenas opciones. Tampoco olvides ingerir líquido frecuentemente: lo ideal es hacerlo en pequeños y repetidos tragos.
No caigas en la monotonía
No dejes que tus sesiones de rodillo se conviertan en algo predecible y aburrido. Hay muchas formas diferentes de enfocar tus entrenamientos: puedes hacer sesiones de resistencia más largas o sesiones de intervalos donde las posibilidades son infinitas en cuanto a intensidad y duración.
Además, BKOOL te ofrece la posibilidad de competir contra otros ciclistas; una gran opción para divertirte poniendo a prueba tu estado de forma.
