Los comienzos de año siempre son un buen momento para sentarte a reflexionar, mirar al futuro y establecer nuevas metas y objetivos. En el ciclismo sucede lo mismo.
Toca hacer balance sobre el año que hemos dejado atrás y decidir qué queremos de este 2022 que acaba de empezar. Y esto no es sólo cuestión de tradición, sino que es el pilar sobre el que se asentará nuestra planificación, además de algo fundamental para lograr un buen rendimiento.
Aquí van nuestros consejos para establecer objetivos para una temporada ciclista exitosa.
Toma el tiempo necesario
Algunos deportistas se dejan llevar por la pasión, las ganas o un exceso de motivación y toman decisiones apresuradas sobre sus objetivos en ciclismo. Tómate tu tiempo para determinar tus objetivos, reflexiona bien sobre qué es lo que quieres y cómo puedes encajarlo en tu vida. Piensa en el trabajo, la familia y las obligaciones, y en lo que de verdad deseas, antes de apostar por cualquier meta.
Usa el modelo SMART
El modelo SMART es uno de los más extendidos en cualquier campo a la hora de establecer objetivos. Gracias a él podemos ponernos metas realistas y medibles que nos ayuden a medir nuestro progreso y mantenernos motivados.
SMART es el acrónimo en inglés de:
- S – Específico: «Quiero ser mejor deportista» no es específico. Mejor «quiero mejorar mi FTP».
- M – Medible: Si no podemos medir nuestros objetivos, no sabemos si habremos logrado alcanzarlos.
- A – Alcanzable: Sé realista y honesto contigo mismo.
- R – Relevante: Algo valioso e importante, por lo que estés dispuesto a trabajar.
- T – Temporal: Define un marco de tiempo para alcanzar tu objetivo.
Objetivos de proceso y de resultado
Hay dos tipos de objetivos en ciclismo: los objetivos de proceso son aquellos que forman parte de nuestro día a día y en los que debemos de concentrarnos para alcanzar los objetivos de resultado, aquellos centrados en el resultado competitivo y sobre los que tenemos menos control.
Los objetivos de resultado son importantes, pero están centrados en un día y un lugar específico. Para llegar hasta ahí debemos fijas pequeñas metas por el camino que conduzcan a ese resultado y, sobre todo, que tengamos bajo control.
Las metas de resultado son una gran motivación a largo plazo, pero las metas proceso marcarán nuestro día a día.
Establece metas a corto, medio y largo plazo
Siguiendo con los objetivos de proceso y resultado, es importante establecer pequeñas metas durante toda la temporada.
Podemos tener un objetivo de resultado a largo plazo que puede ser participar en la carrera amateur de uno de los monumentos del ciclismo. Pero debemos fijar objetivos de proceso a corto y medio plazo. Por ejemplo, incorporar el trabajo de fuerza a nuestro entrenamiento o aumentar los kilómetros en el rodillo respecto a la temporada anterior.
También podemos tener metas de resultado a corto plazo: como mejorar los datos de nuestro último test FTP o recortar tiempo a un segmento en el que solemos entrenar a menudo.
Anota y evalúa
Para mantener la motivación es importante que podamos comprobar que estamos haciendo las cosas bien, que cumplimos con lo previsto. De nada sirve alcanzar objetivos si no somos conscientes de ello. Recuerda la M de SMART: medibles.
Pensamientos positivos
«No quiero hacer más de una hora en una contrarreloj de 40 kilómetros» no es el enfoque adecuado. El planteamiento correcto es «quiero hacer menos de una hora en una contrarreloj de 40 kilómetros».
Sé amigo de tus metas
Y esto no tiene nada que ver con que tus objetivos en ciclismo sean realistas o alcanzables, sino de que te sientas cómodo y en sinergia con ellos. De nada sirve establecer metas que no nos motivan o que no nos representan. Olvida lo que piensen los demás, no tienes por qué hacer una salida de 200 kilómetros porque todos tus amigos se lo hayan planteado como reto si no es lo que deseas.
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